Hoy 28 de febrero, día de Andalucía, publicamos este post con algunos datos curiosos relacionados con la cultura gastronómica andaluza.
Tengamos en cuenta los casi ocho siglos que esta región estuvo dominada por los musulmanes, los cuales dejaron influencias en muchos ámbitos de la cultura andaluza, arquitectónico y gastronómico especialmente. Infinidad de monumentos moriscos siguen brillando a día de hoy en Andalucía, sería una lista inacabable detallarlos todos y entre los que destaca especialmente La Alhambra de Granada, la cual sigue coronándose año tras año como el monumento más visitado de nuestro país, por delante del Museo del Prado y la Sagrada Familia.
En el ámbito gastronómico no es menos importante la herencia recibida de los moriscos, hay que tener en cuenta que al principio de su reinado en Al-Andalus las costumbres culinarias eran simples y toscas, pero con el paso de los siglos y especialmente durante la última parte de su reinado alcanzaron un refinamiento y un saber hacer sin parangón en los demás pueblos de España y Europa. En las zonas de costa comían pescados frescos, salados secados al sol, mezclados con vinagre…Los alimentos más elaborados consistían a base de cereales, trigo, harinas, mezclados con legumbres y hortalizas, es lógico relacionar la calidad de los guisos típicos andaluces con esta antigua costumbre.
Además elaboraban embutidos con carne picada y especias que envolvían en su propia grasa metida en tripas de cordero, precisamente igual que hoy se elaboran las morcillas, chorizos, morcones, caña de lomo…pero con cerdo. No menos importante son las recetas reposteras heredadas, dulces como los polvorones, roscos de vino, torrijas, alfajores, siguen siendo a día de hoy manjares muy apreciados de «nuestra» gastronomía.
Si hay algo que especialmente destaca entre la cultura gastronómica andaluza, eso sin duda son las tapas.
Existen varias leyendas o historias sobre el origen de dicho aperitivo en las cuales mezclan con no se sabe bien qué rey anécdotas imposibles de confirmar, pero personalmente me quedo con la versión que cuenta que en las tabernas antiguas abundaban las moscas, mosquitos, el polvo…por lo que los taberneros como forma de evitar que a sus clientes se les colara cualquier «ser volador» en su copa de vino, empezaron a servirlas con una rodaja de pan que servía de «tapa», cabe pensar que el remedio se convirtiera en costumbre y de la rebanada de pan pasaran a la loncha de jamón, el trozo de queso, etc.
Estos son solo algunos datos curiosos de el origen de ciertas costumbres andaluzas, como en la mayoría de los casos en la vida, todo viene de lejos.
Y vosotros, ¿qué conclusiones sacáis?